Si alguna vez te has encontrado mirando dos manojos de albahaca de aspecto muy distinto en el supermercado —uno con hojas verdes y suaves, el otro con tallos oscuros y bordes más afilados—, no eres el único. Las recetas suelen indicar "albahaca" sin especificar qué tipo, y eso puede ser confuso cuando el sabor y el uso de cada variedad son tan distintos.
En este artículo, explicaremos las diferencias entre la albahaca tailandesa y la más conocida albahaca dulce (a menudo llamada simplemente "albahaca" en las recetas occidentales). Desde su sabor y apariencia hasta su comportamiento culinario, te ayudaremos a descubrir qué albahaca es la más adecuada para tu plato.
¿Qué es exactamente la albahaca?
La albahaca pertenece a la familia de la menta (Lamiaceae), con docenas de variedades cultivadas en todo el mundo. Si bien la mayoría de la gente conoce la albahaca dulce, la que se usa comúnmente en la cocina italiana, otras variedades, como la albahaca tailandesa o la albahaca sagrada, ofrecen perfiles de sabor y usos culinarios completamente diferentes. A pesar de compartir la misma familia botánica, no son intercambiables en sabor ni textura.
albahaca tailandesa

Albahaca tailandesa (Ocimum basilicum var. thyrsiflora) es un ingrediente básico en la cocina del sudeste asiático, especialmente en la tailandesa y la vietnamita. Tiene hojas estrechas y puntiagudas con tallos morados y un aroma especiado, similar al del regaliz. En comparación con la albahaca dulce, conserva mejor su forma al calentarse, lo que la hace ideal para salteados, sopas y curris, donde se añade durante la cocción en lugar de como guarnición.
La albahaca tailandesa tiene un toque picante intenso con matices de anís. La encontrarás en platos como los fideos borrachos tailandeses, el pho o el curry verde, donde su sabor combina a la perfección con especias fuertes, chiles y caldos salados.
Albahaca dulce
Cuando las recetas piden albahaca sin ningún calificativo, generalmente se refieren a la albahaca dulce (Ocimum basilicum), también conocida como albahaca genovesa. Esta variedad es más suave, tanto en la textura de las hojas como en el sabor. Es ligeramente dulce, ligeramente picante y, en general, más delicada. Es un ingrediente fundamental en la cocina italiana, especialmente popular por su uso en pesto o espolvoreado fresco sobre pasta, pizza o ensaladas caprese.
La albahaca dulce se magulla y se marchita fácilmente, por lo que casi siempre se agrega al final de la cocción o se usa cruda.
Bono: albahaca sagrada (Tulsi)
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Nombre científico: Ocimum tenuiflorum (también conocido como Albahaca sagrada)
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Sabor:Parecido al clavo, terroso, ligeramente amargo.
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Textura:Hojas más gruesas, a menudo ligeramente peludas.
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Usos comunes: Infusiones, remedios ayurvédicos, rituales sagrados
La albahaca sagrada rara vez se usa en platos culinarios fuera de la India, donde se consume con mayor frecuencia como hierba medicinal. Es una planta sagrada en la cultura hindú, conocida por sus propiedades adaptogénicas, que se dice que ayudan con el estrés, el sistema inmunitario y la inflamación. Si bien no es un sustituto culinario de la albahaca tailandesa o dulce, merece la pena mencionarla por su importancia cultural y herbaria.
Albahaca tailandesa vs. albahaca dulce
Al comparar la albahaca tailandesa y la albahaca dulce, es útil comprender no solo su sabor, sino también cómo se comportan en la cocina, cómo interactúan con otros ingredientes y qué roles culturales cumplen.

Sabor y aroma
La diferencia más inmediata es el sabor. La albahaca tailandesa tiene un marcado carácter picante con fuertes notas de anís o regaliz. Es ácida, potente y aromática, perfecta para platos donde la albahaca busca contrarrestar el picante o la intensidad. En cambio, la albahaca dulce (la típica de la cocina occidental) es más suave. Tiene un toque picante, pero se inclina a lo dulce y herbáceo, con una presencia general más suave. Cruda, la albahaca dulce es más delicada al paladar, mientras que la albahaca tailandesa conserva su picante incluso sin cocinar.
Comportamiento culinario
La albahaca tailandesa es mucho más resistente en ambientes cálidos. Si la mezclas en una olla hirviendo de pho o la añades a un curry cremoso, no se marchitará al instante. Esto la hace ideal para platos que se cocinan a altas temperaturas o que requieren tiempos de cocción más largos. Sin embargo, la albahaca dulce se marchita rápidamente y puede amargarse si se cocina demasiado. Se recomienda añadirla al final de la cocción o usarla fresca, por ejemplo, desmenuzada en una ensalada Caprese o mezclada con un pesto.
Textura y color de las hojas
Visualmente y en textura, ambas son distintas. Las hojas de albahaca tailandesa son más estrechas, ligeramente brillantes y tienen una estructura más firme, con tallos de color púrpura rojizo que le dan un toque ornamental. Esta firmeza permite que mantengan mejor su forma durante la cocción. Las hojas de albahaca dulce son más anchas, suaves y se magullan con facilidad. Suelen tener un acabado mate y tallos de color verde brillante. La ternura de la albahaca dulce es parte de lo que la hace tan apreciada en platos crudos, pero también lo que la hace perecer rápidamente.
Usos y orígenes culturales
La albahaca tailandesa es fundamental en la cocina del sudeste asiático, especialmente en la tailandesa y la vietnamita. La encontrarás adornando tazones de pho, mezclada con curris verdes o rojos, o salteada con chiles y ajo. La albahaca dulce, por otro lado, es sinónimo de la comida italiana: está presente en todas las salsas clásicas para pasta, mezclada con pesto y sobre las pizzas napolitanas. Sustituir una por otra puede que no arruine un plato, pero sí cambiaría drásticamente su personalidad.
Almacenamiento y longevidad
La albahaca tailandesa es sorprendentemente resistente. Si la guardas en un frasco con agua en la encimera o envuelta sin apretar en el refrigerador, se conservará durante varios días sin marchitarse demasiado. La albahaca dulce, en cambio, es delicada. Es conocida por ennegrecerse o marchitarse en uno o dos días, especialmente si se expone al frío o la humedad. Para prolongar su vida útil, suele ser mejor guardarla a temperatura ambiente con un poco de agua, como un ramo.
Lógica de sustitución
¿Se puede usar uno en lugar del otro? Técnicamente sí, pero depende de lo que se esté cocinando. La albahaca tailandesa en una salsa de tomate para pasta dominaría el plato con una intensidad similar al regaliz. La albahaca dulce en un salteado tailandés podría no ser tan efectiva, especialmente al mezclarla con otros ingredientes fuertes como salsa de pescado, chile o limoncillo. Si tienes prisa y quieres imitar la albahaca tailandesa, una mezcla de albahaca dulce con una pizca de anís estrellado o semillas de hinojo puede ofrecer un sabor similar. Pero no hay un sustituto perfecto.
Cómo elegir entre albahaca tailandesa y albahaca dulce
La elección entre albahaca tailandesa y albahaca dulce depende en gran medida de lo que estés cocinando, pero también puede reflejar tu paladar personal y cuánto quieres que la albahaca se destaque en el plato final.
Considere la cocina
La regla más sencilla: combina la albahaca con la cocina. Si preparas platos tailandeses, vietnamitas o del sudeste asiático, como curry verde tailandés, pho o pollo salteado con albahaca, opta por la albahaca tailandesa. Su sabor intenso, picante y anisado combina bien con caldos picantes y salsas muy condimentadas. Por otro lado, si tu plato tiene raíces en la cocina italiana, mediterránea o francesa, como salsas para pasta, pestos, pizzas o ensaladas, la albahaca dulce será más apropiada y auténtica para los sabores del plato.
Método de cocción
¿Se cocinará la albahaca o se servirá cruda? La albahaca tailandesa se adapta mejor al calor: no se marchita inmediatamente y conserva su estructura y aroma, lo que la convierte en una excelente opción para platos que se cuecen a fuego lento, salteados o hervidos. La albahaca dulce es delicada; es mejor añadirla al final o usarla fresca, donde resalta su suavidad y tersura.
Preferencia de sabor
La albahaca tailandesa aporta intensidad. Si te gustan las hierbas picantes y contundentes con matices de regaliz, la albahaca tailandesa te lo dará todo. Pero si quieres que la albahaca se integre mejor con tomates, quesos o aceites, la albahaca dulce es tu mejor opción. Algunos la encuentran demasiado picante para platos ligeros; otros la encuentran demasiado sutil para comidas picantes. Ninguna es mejor; es cuestión de gustos.
Disponibilidad y frescura
En los supermercados occidentales, la albahaca dulce es mucho más común. La albahaca tailandesa solo se encuentra en supermercados asiáticos o mercados agrícolas. Sin embargo, la albahaca tailandesa suele durar más una vez cosechada. Por lo tanto, si la frescura es un problema, y ambas están disponibles, la albahaca tailandesa podría darte más tiempo para usarla.
Presentación
Si te importa la estética, considera el aspecto de las hojas. Los tallos morados de la albahaca tailandesa y sus hojas firmes y puntiagudas aportan un toque más escultural a los platos. La albahaca dulce, con sus hojas más redondas y de un verde brillante, tiene un aspecto más suave y familiar, especialmente en la cocina occidental.
Pensamientos finales
La albahaca tailandesa y la albahaca dulce no son intercambiables: cumplen funciones diferentes en distintos platos. Si cocinas recetas del sudeste asiático, la albahaca tailandesa suele ser la opción ideal. Para comidas italianas o mediterráneas, elige la albahaca dulce.
Comprender la diferencia no se trata de ser exigente, sino de que el plato quede como debe. Ten ambos en tu cocina si cocinas varios tipos de cocina. Si no, elige el que mejor se adapte a lo que realmente preparas.